miércoles, 23 de diciembre de 2015

Ruta Financiera/ ICA víctima de los negocios del sistema

Ruta Financiera 
Lino Javier Calderón 
ICA víctima de los negocios del sistema 
Allá por los años de 1994-1995, durante el cambio de sexenio, la constructora ICA de inversionistas y constructores mexicanos se consolidaba como uno de los principales grupos generadores de la infraestructura carretera, portuaria, aeroportuaria e inmobiliaria más importante del país y su rentabilidad como empresa mexicana era una de las mejores y garantes de que las obras se concluyeran en tiempo y forma. La más grande y poderosa empresa de su ramo que no tenía competencia durante los años mozos de los gobiernos priístas. Sin embargo con la caída de los gobiernos tricolores y la llegada de los panistas las cosas comenzaron de ir de mal en peor ya que los gobiernos dejaron de lado el apoyo de ICA a los nuevos proyectos de inversión y los principales contratos de infraestructura fueron dados a Grupo HIGA y a empresas ligadas a la familia Sahagún quiénes fueron los consentidos de los gobiernos panistas ya que estaban involucrados como accionistas diversos grupos empresariales de panistas encumbrados. Mientras tanto muchos de las obras realizadas por ICA no fueron pagados a tiempos y muchos de compromisos adquiridos por el gobierno federal en turno se hacían de la vista gorda para no pagar lo que la empresa necesitaba para solventar sus gastos más apremiantes para continuar operando.   Hoy se sabe que Ingenieros Civiles Asociados (ICA) enfrenta la peor crisis en 68 años de historia debido a malas decisiones corporativas, cuantiosas deudas y pagos del gobierno incumplidos por algo más de 20 mil millones de pesos. El valor de la empresa —fundada en 1947 por el ingeniero Bernardo Quintana Arrioja y consolidada en los años ochenta por Gilberto Borja Navarrete— ha depreciado en un 80 por ciento. El impago de intereses por 31 millones de dólares de deuda ha precipitado la ruina. Las pérdidas de ICA, hasta el tercer trimestre de este año, fueron superiores a dos mil 500 millones de pesos, el triple de lo registrado en los nueve primeros meses de 2014. Ahora debe más de 51 mil millones, de los cuales 28 mil vencen a corto y mediano plazos. El concurso mercantil —es decir, la quiebra— parece inminente e inevitable, a menos que la empresa reduzca tamaño y pretensiones.La crisis de ICA es del tamaño de su fama debido a que los herederos del consorcio al parecer no aprendieron de sus mayores…El primer contrato del consorcio fue la construcción del multifamiliar Miguel Alemán, el primero en la Ciudad de México, al cual siguieron incontables obras monumentales como el Ferrocarril Chihuahua-Pacífico, Ciudad Universitaria y la presa de Infiernillo —el más ambicioso proyecto de generación eléctrica del país. Además, ICA construyó 180 carreteras, 61 presas, 38 hospitales, 24 plantas termoeléctricas, 19 estadios y venció el máximo reto: el Metro de la Ciudad de México. ICA llegó a ser una organización de dos mil accionistas y hasta cien mil trabajadores simultáneos; modelo de empresa nacional por su organización y resultados. Hoy, uno de los grandes consorcios constructores del México moderno es un pedazo de la historia sumido en la histeria. También se sabe que  ICA perdió capacidad de interlocución con el gobierno federal; enfrentó feroz competencia; se le cayó el proyecto del Acueducto Monterrey y cargó con buena parte del desprestigio de la Línea 12 del Metro. Todo parece indicar que el mismo sistema busca su extinción, luego de haber sido usado todo el talento y apoyo financiero de sus accionistas. Ahora le deben, no le pagan y además todo parece ser que desde el actual gobierno se hace con alevosía y ventaja para que la española OHL se quede con los mejores contratos de infraestructura  y todo siga siendo una simulación de las artimañas que realiza esta empresa y que succiona las riquezas generada por las nuevas obras de infraestructura que se le han encomendado como el circuito mexiquense y el viaducto elevado en el Distrito Federal. De no salvar a esta empresa se comprenderá que si hay rescate para expresas extranjeras en México, pero no para las firmas mexicanas que han legado parte del país que hoy tenemos. No se vale.
Linocalderon2015@gmail.com