viernes, 11 de noviembre de 2011

Los mercados celebran el paso dado por Italia para cumplir con los recortes

Las inyecciones del Banco Central Europeo no han curado, pero sí aliviado, el coste de la deuda italiana en los mercados secundarios. Y si a ello se suma que el Senado italiano ha dado el primer paso firme para cumplir con los recortes exigidos por la Unión Europea, el resultado es que la prima de riesgo italiana ha experimentado una gran mejoría esta jornada.

Los avances del Gobierno italiano se notaron también en las Bolsas. Tras pasar casi toda la jornada planas, la votación del Senado hizo revalorizarse al Ibex español (2,9%), el Dax alemán (3%), el Cac francés (2,4%) y el Ftse de Londres (1,4%).

La rentabilidad del bono transalpino a 10 años, que llegó a rozar el 7,4% este pasado jueves, cotiza en los mercados secundarios al 6,44%. Así, el diferencial con el 'bund' alemán, referencia por la confianza de los mercados, se ha reducido a unos 460 puntos: un centenar menos que el techo histórico alcanzado esta semana.

No obstante, esto no supone el fin de la crisis: el coste de financiación sigue siendo alto y el Tesoro italiano tuvo que pagar un 70% más en la víspera por una emisión de 5.000 millones de euros de deuda.

El Banco Central Europeo ha invertido más de 110.000 millones de euros desde agosto en comprar deuda soberana, especialmente de Italia y España, en los mercados secundarios. Su logro, evitar que el coste de financiación de estos países se dispare aún más por los problemas de la Eurozona para cerrar el nuevo fondo de rescate y sus divisiones internas, desde Atenas a Roma.

Más que la situación de la economía de Italia, es "la falta de confianza en sus dirigentes lo que está llevando a esta nación al borde del precipicio", afirma Juan José Fernández-Figares, director de Análisis de Link Securities.

Además, la prima de riesgo también se ha reducido por el incremento del 1,76% al 1,85% exigido por los mercados de la rentabilidad el bono alemán, que sirve de valor "refugio" cuando inversores y especuladores sacan sus inversiones de otros activos más 'peligrosos', como la deuda de países periféricos y las Bolsas.

En el caso de la deuda española, el bono a 10 años experimentaba una ligera mejoría, hasta pagar una rentabilidad del 5,83%, lo que situaba el diferencial en unos 400 puntos.

Por su parte, la rentabilidad exigida por la deuda francesa, país en el punto de mira por la exposición de su banca a la periferia y por un 'error técnico' en la calificación de Standard & Poor's, se situaba en el 3,4%: su prima de riesgo era de 156 puntos.