lunes, 3 de octubre de 2011

Enfermedades hepáticas, quinta causa de muerte en adultos en México

Enfermedades hepáticas, quinta causa de muerte en adultos en México
*Con la campaña "Esto es la hepatitis", basada en testimonios de todo el mundo, se celebra este 28 de julio el Día Mundial de la Hepatitis 2011.
Javier Calderón

"Las enfermedades hepáticas representan un problema de salud pública a nivel mundial; en nuestro país son la quinta causa de muerte en adultos", explicó la doctora Concepción Gutiérrez Ruíz, profesora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y vicepresidenta del Comité Académico de la Fundación Mexicana para la Salud (FunHepa), a propósito del Día Mundial de la Hepatitis, que se celebra el 28 de julio.
"Actualmente, una de cada 12 personas en el mundo padece hepatitis B o C, muchas de ellas sin saberlo, y esta enfermedad hepática se puede convertir en enfermedad crónica, y por tanto, tener consecuencias fatales, por ello el día mundial de la hepatitis, coordinado por la World Hepatitis Alliance (Alianza Mundial contra la Hepatitis), organización no Gubernamental mundial que representa a grupos de pacientes con hepatitis B y C, tiene como fin fomentar la salud preventiva mediante la detección oportuna, así como generar conciencia de los riesgos de contraer algún virus hepático", explicó la investigadora de la Unidad Iztapalapa.
El hígado juega un papel central en la regulación del metabolismo de todo el organismo, es biotransformador de gran cantidad de compuestos como los fármacos, algunos tóxicos como el alcohol, o sustancias que contaminan el ambiente, entre otros; es considerado "la fábrica química del organismo" por realizar más de cinco mil funciones indispensables para mantenernos saludables; eso mismo lo convierte en un órgano muy vulnerable, según refirió la profesora del Departamento de Ciencias de la Salud de la citada unidad.
El daño en el hígado puede ser de tipo agudo, el cual generalmente no deja secuelas, o bien un daño crónico progresivo que inicia con inflamación, posteriormente fibrosis, y puede llegar a la cirrosis y hasta hepatocarcinoma; esto sucede de forma muy lenta –generalmente varios años– sin que el paciente presente síntomas que indiquen un daño hepático.
La experta informó que actualmente se conocen los virus de la hepatitis A, B, C, D y E. El virus de la hepatitis A se transmite por la ingestión de comida o bien por el agua contaminada con el virus, y se caracteriza por una inflamación aguda del hígado, generalmente es la que se presenta en la infancia y no deja secuelas. La hepatitis A es prevenible mediante una vacuna.
El virus de la hepatitis E es un virus de transmisión entérica, es decir, por la ingesta de alimentos o aguas contaminadas con materia fecal, similar al virus de la hepatitis A, pero es más frecuente en adultos.
La hepatitis B se transmite por contacto con sangre o fluidos corporales contaminados, relaciones sexuales sin protección, transfusiones sanguíneas, transmisión perinatal, el uso de agujas contaminadas, la realización de tatuajes y perforaciones con instrumentos contaminados con el virus. La mayoría de las personas que adquieren el virus se recuperan sin consecuencias, sin embargo, un porcentaje de ellos no logra erradicar el virus, el cual genera un daño progresivo con posibilidad de desarrollar cirrosis y cáncer hepático. Es posible prevenir la infección con este virus, ya que hay una vacuna muy efectiva y segura contra el virus de la hepatitis B.
En ocasiones, debido a la presencia de este mismo patógeno se presenta la hepatitis D, por tratarse de un virus que requiere la presencia del virus de la hepatitis B para replicarse. La hepatitis C se contrae principalmente por transfusión de sangre contaminada, compartir agujas para inyectarse drogas, compartir artículos de higiene personal como cepillos dentales o rastrillos, o bien hacerse tatuajes o perforaciones con instrumentos contaminados. Actualmente no existe vacuna contra el virus de la hepatitis C.