lunes, 15 de octubre de 2007

(ECONOMIA) Cartera Vencida

CARTERA VENCIDA
Lino Javier Calderón
MEXICO.-Datos del Barzón el nivel de cartera vencida en el país es uno de los más altos del país debido a la falta de circulante en la economía nacional lo que provoca la generación de deudores morosos ante el exceso de oferta, principalmente entre los jóvenes que se suman al aparato productivo quienes caen en las trampas del crédito al consumo principalmente en tarjetas de crédito.
El organismo organizado de deudores bancarios indican que las instituciones bancarias iniciaron un terrorismo telefónico, judicial y de confiscación de depositos al salario a los morosos que se atrasan con dos meses en el pago de sus montos mínimos de sus tarjetas de crédito.
Asegura que los nuevos morosos bancarios han sido atrapados en la bancarización existente ante la perdida de su falta de capacidad de liquidez, tanto para pagar al banco como para satisfacer sus necesidades cotidianas.
El Barzon considera que en el crédito hipotecario, numerosos son los casos de denuncia abusos en con contratos que firman los ciudadanos buscando el apoyo Infonavit . Asegura que los acuerdos bancarios con los organismos de vivienda se diluyen en el contrato firmado, ya que en la mayoría de los casos son engañados los nuevos contratantes de hipotecas.
Indican que la demandas judiciales en contra de las personas morosas se a quintuplicado en los principales juzgados civiles y mercantiles ya que datos recabados por se reportan hasta el momento casi una centena de personas que han pisado la cárcel, ante la falta de liquidez.
Sin embargo la Asociación de Bancos de México (ABM) informó que la cartera vencida de la banca comercial ha registrado un menor ritmo de crecimiento y en agosto pasado se situó en 5.3 por ciento, y a su interior la morosidad en el crédito hipotecario y en el empresarial observa las tasas más bajas.
En contraste datos de la Asociación de Bancos de México (ABM), el crecimiento de la cartera vencida en consumo se ha mantenido constante, aunque ha aumentado a ritmos menores a los que lo hacía, lo cual no es motivo de alarma.
Así, la morosidad en el crédito al consumo (integrado principalmente por tarjetas de crédito) ha bajado ligeramente a 15.9 por ciento, aunque aún es un nivel superior a lo recomendado por el Comité de Basilea, de ocho por ciento.
Avanzando en los temas de morosidad, cómo ha evolucionado la cartera, ya lo anticipábamos aquí en reuniones anteriores, el crecimiento de cartera vencida en consumo ha seguido mostrando una constante. Sin embargo, está creciendo a ritmos menores a los que venía creciendo, esperemos en diciembre poder confirmar y ratificar esta estimación, que insisto, coincide con lo que nos habíamos permitido presentarles cerca de dos reuniones que tuvimos, llegamos al 5.3 en consumo, al 2.6 en vivienda y nos mantenemos en un 1 por ciento en cartera vencida en lo que es crédito a empresas.
Esto nos ha llevado, el crecimiento de cartera vencida, fundamentalmente en consumo a que la cobertura se situé cerca del 183.7, sigue siendo un rango de cobertura extraordinariamente alto, y la capitalización, dado el crecimiento también de la cartera ha bajado ligeramente hasta niveles del 15.9, recordándonos que lo que nos marca BASILEA es el 8 por ciento, y lo que nos marca Alertas Tempranas son prácticamente cerca del 10 por ciento.
Sin embargo, a agosto pasado, la banca mantenía reservas de capital por el equivalente a 183.7 de la cartera vencida, que de acuerdo con la ABM es un rango de cobertura extraordinariamente alto.
En contraste, la cartera vencida en el crédito hipotecario se situó en agosto en 2.6 por ciento y en el financiamiento a las empresas apenas alcanza uno por ciento.
De acuerdo con la ABM, el crédito bancario registró en el mes de referencia un crecimiento de 28 por ciento, lo que significa que el financiamiento fluye a las personas y a las empresas, dadas las condiciones macroeconómicas estables del país.
De esta forma, el crédito de la banca comercial al sector privado no financiero del país representa 14.6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), con una tendencia a la alza.
A su interior, el crédito al consumo ha registrado un crecimiento más moderado, con un aumento de 25.9 por ciento, el hipotecario es de 25 por ciento y el empresarial de 33 por ciento.
De esta forma, por primera vez en muchos trimestres y en muchos años, el financiamiento a las empresas encabeza el crédito bancario, por encima del comercial