martes, 11 de septiembre de 2007

(PROFEPA) Piden ambientalistas mayor regulación a los tiraderos tóxicos



Piden ambientalistas mayor regulación a los tiraderos tóxicos
Lino Javier Calderón.
MÉXICO.-Los principales grupos ambientalistas del país exigieron al gobierno federal y a la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa)que se aplique la regulación para controlar los 421 tiraderos tóxicos o "superfunds" que existen en el país, debido a los riesgos sanitarios y para la salud que representan a la población allegada en sus perímetros.
Voceros de Greenpeace, el Centro de Análisis y Acción en Tóxicos y sus Alternativas (CAATA), la Asociación de Productores Ecologistas Tatexco AC (APETAC) y la Red de Información y Acción Ambiental de Veracruz (RIAAVER), aseguraron que estos tiraderos también contaminan millones de hectáreas, lo que incluye los mantos acuíferos, el aire, provocando numerosas formas de cánceres.
Un estudio reciente de Greenpeace, indica que la industria sucia y sus malos procesos y la aplicación laxa de la Ley ambiental. México se ha convertido en un país saturado por residuos peligrosos y tóxicos. Además se calcula que 30 millones de mexicanos están expuestas estos riesgos y generan pérdidas superiores a los 465 millones de dólares en daño a la salud.
Las empresas causantes de estos males son firmas de outsourcing enfocadas a prestar servicios especializados al sector químico petroquímico o en la generación de energía. Esto representa el 4 por ciento del gasto anual que dedica el gobierno en salud.
Indica el trabajo que tan solo la limpieza de los 15 superfunds más peligrosos para el país requirió en los últimos años una inversión de 315 mil 400 millones de pesos.
De acuerdo con las denuncias de las ONG existen en México 31 focos críticos de contaminación y a los que urge su atención. Tal es el caso del de Tultitlán ubicado en el Estado de México donde se denunció que la planta de Cromatos tiene enterradas más de 75 mil 75 mil toneladas de Cromo Hexavalente.
En Guadalcazar, San Luís Potosí existen enterradas 40 mil toneladas de materiales altamente explosivos; en la Mesa de Otay cerca de Tijuana hay enterrados en un basurero 10 mil toneladas de residuos de plomo, cianuro, niquel caldmio y zinc, abandonados por la empresa Metales y Derivados México.
En Hermosillo, Sonora existen 300 toneladas de solventes enterradas, así como de mercurio, pilas baterías cadmio y azkareles almacenados por la empresa CYTRAR.
En Salamanca Guanajuato, una explosión de insumos de la empresa Tekchem dejó 80 mil toneladas de materiales para plaguicidas esparcidos, junto a una montaña de azufre sin limpiarse. Han sido los casos más conocido de los últimos años.
Las ONG asegura en su informe que existen numerosas empresas con superfunds que no tienen control ni estricta supervisión gubernamental por parte de la Profepa. Tal es el caso de las siguientes empresa: Minas San Javier en Sonora, que produce Plomo y Cadmio y que tienen suelo contaminado por 40 mil toneladas.
Mina Rosicler que tiene suelo contaminado con plomo y cadmio por 4 mil toneladas de desechos.
La empresa Los Gavilanes en Jalisco con 10 mil toneladas de oxido de sodio; Las Junta, empresa que maneja más de 2 mil toneladas paomo, cadmio y arsénico.
En Guanajuato existe el tiradero tóxico de Ejido la Pompa con lodos de cadmio que suman 7 mil toneladas así como Cortijo La Gloria con 230 toneladas de lodos de cadmio.
En Chihuahua existe el tiradero causado por la empresa la Huachara con mil 300 toneladas de residuos peligroso. En Nuevo león en la zona de Rolando Garza hay un tiradero de 2 mil 300 toneladas de materiales.
En el caso de Tamaulipas las empresas Metrometal y Norestaño también son acusadas de generar superfunds son control.
Y por ultimo se ha denunciado los tiraderos tóxicos de la zona periférico Sur-Bachoco con graves lodos de fundición y asbesto. Que suman 40 mil toneladas. Otros son el Kilometro 193 y La Gloria con importantes zonas contaminadas con arsénico, plomo y cadmio.
De acuerdo con Greenspeace, genera daños a la salud en los fetos de mujeres embarazada, cánceres de hígado, leucemia, cáncer de huesos, sistema nasal, respiratorio y problemas de fertibilidad.